Un tema tan escabroso que Disney siempre ha intentado ocultarlo: las muertes sucedidas en sus instalaciones. Con unas medidas de seguridad increíbles que cuentan con un mínimo margen de error, en ocasiones este se da y nos depara catástrofes que la factoría de los sueños intenta ocultar:
LA REALIDAD TRAS DISNEY: MUERTES EN DISNEYWORLD O DISNEYLAND.
(Walt Disney y Mickey te dan la entrada a Disneyworld Orlando)
Con un sistema de seguridad y fiabilidad increíbles, el mantenimiento de las atracciones de los parques de Orlando y París es impoluto, y esto debido al gran tránsito de personas que diariamente se agolpan en este parque se convierte en ocasiones en una tarea difícil. Han sido pocas, pero aquí están algunas de las muertes que Disney no ha querido sacar a la luz:
Mark Maples (15 años): En 1964, Mark decía adiós a la vida por un experimento que solo a él le resultó gracioso. Subido en la montaña rusa de Matterhorn, Maples se quitó el dispositivo de seguridad durante el trayecto de subida, para así comprobar que pasaría si bajaba de pie lo que restaba de atracción. ¿El resultado? Debido a la gravedad, su cabeza impactó contra el suelo desde una altura considerable.
Dolly Young (48 años): Veinte años después, el Matterhorn se cobraría una nueva víctima que esta vez no se lo buscó. Durante uno de los momentos más críticos de la atracción, el arnés que te mantiene sujeto falló, ocasionando que su cuerpo saliera despedido cinco metros, impactando contra otro vagón que venía desde atrás, lo que le causó una dolorosa e instantánea muerte.
Ricky Lee Yama (17 años): Otra muerte víctima de saltarse la normativa de seguridad, y esta vez en una de las atracciones más lentas del parque, el PeopleMover. Tan despacio va que la mayoría de su público son ancianos acompañados por sus nietos de temprana edad, y dicha lentitud fue la razón por la que a Ricky Lee se le ocurrió que sería divertido ir saltando de vagón en vagón. ¿Cayó al vacío y fue una muerte rápida? No, cayó sobre los raíles y fue aplastado lenta y tortuosamente. Se dice que los pasajeros del vagón que lo aplastó pudieron escuchar como sus huesos crujían.
Deborah Gail Stone (18 años): Ser estudiante y trabajar a tiempo parcial en Disneyworld es todo un sueño que solo algunos pueden cumplir. En el show América Sings, nos presentan un escenario donde distintos animales mecánicos cantan y a su alrededor las butacas de los espectadores giran gracias a un complejo sistema de secciones que emplea mucha fuerza. Y dicha fuerza fue la que acabó con Deborah, que cayó en medio de las dos secciones y fue aplastada hasta la muerte. ¿Lo peor? Que los operarios de Disney no se percataron de su muerte hasta horas después, cuando encontraron varios miembros de la joven.
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