Mommy.

[LA SIGUIENTE ENTRADA CONTIENE UN NIVEL BAJO DE SPOILERS SOBRE LA PELÍCULA EN CUESTIÓN]

Vengo a analizar una de las sensaciones indie del año, la película de origen canadiense Mommy. Con un presupuesto inicial de cerca de 5 millones de solares, Mommy nos presenta una historia conmovedora que, por la forma en que se realiza la película, nos toca de manera muy cercana. Sin más dilación:

MOMMY.

La película francófona llega con varios premios bajo el brazo, entre ellos el Premio del jurado del Festival de Cannes, y con razón. Mommy es una historia desgarradora que abarca la manera en que una madre afronta los problemas que conllevan tener un hijo que padece trastornos esquizofrénicos.

Y es que este es el tema principal de la película, una película con un argumento que conmueve y engancha desde el minuto uno. Diane (Anne Dorval) firma la salida de su hijo Steve (Antoine Pilon) del centro interno donde se encuentra, a raíz de un conflicto en el que quema a otro chico. La vida de Diane, la cual gusta de categorizarse como Die, da un giro radical cuando tiene que hacerse cargo a diario de su hijo, pero encuentra ayuda en su vecina Kyla (Suzzane Clement), que se comporta de una manera tan misteriosa como la manera en que irrumpe en la historia.

En un filme independiente de antemano sabes que la mayor potencia va a ser la historia y sus personajes, a diferencia de las superproducciones comerciales donde destacan las explosiones por encima de todo. Y ciertamente, en Mommy tanto argumentos como reparto caminan de la mano formando una película que será recordada muchos años.

Si tuviera que destacar algún aspecto negativo de la película es su duración, que se recrea más allá de las dos horas, concretamente 138 minutos. Ello provoca que en algún momento desconectes, pero los momentos de tensión con los que cuenta la película llegan en los momentos clave para que te reenganches.

Calificación de la película: 7.5/10 (Buen argumento realizado de manera excelente por el coro actoral).

Calificación del reparto: 8/10 (Los que más aparecen en pantalla lo hacen de manera sublime, y mención especial a Xavier Dolan, director, guionista, montador y encargado de vestuario. Touché).

Observación final: Una de las mejores obras independientes, que vienen pisando con más fuerza en los últimos años.

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